Dice
que una vez el zorro y el quirquincho, que eran compadres, se
hicieron un desafío.
-Compadre,
hagamos una guerra. Usté busque sus soldados y yo buscaré los míos
-había dicho el zorro.
El
zorro que la créia segura a la vitoria, buscó al tigre, al lión y
otros feroces animales, mientras tanto el quirquincho se consiguió
unos cuantos porongos vacíos, y en ellos metió una enormidá de
huanqueros, abejas y avispas, animalitos que simpatizaban del
quirquincho y que decidieron ayudarlo.
Apenas
se inició la pelea, el quirquincho les largó un porongo con
huanqueros, luego los otros con las abejas y avispas.
Los
huanqueros, abejas y avispas picaron de tal modo a los soldados del
zorro y al zorro mismo, que salieron huyendo, y no se les vio el
polvo...
Florio
Soto, 50 años. Yasyamayo. Tafí. Tucumán, 1951.
Lugareño
de cierta cultura. Buen narrador.
Cuento
512. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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