Andaban
de compañeros el zorro y el quirquincho. Convinieron en que pa comer
iban a enlazar una vez uno y otra vez otro, los animales.
El
quirquincho enlazó un potro y se metió en la cueva. Y el potro se
quebró, se mató. Y ya tuvieron carne. Y cuando se les terminó eso,
le dijo el quirquincho al zorro:
Y
enlazó el zorro y se metió en su cueva. Bué... Y lo sacó el potro
qu' enlazó, a la rastra, y lo mató.
Robustiano
Bustos, 66 años. Tulumba. Córdoba, 1952.
Campesino.
Buen narrador.
Cuento
264. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
No hay comentarios:
Publicar un comentario