El
zorro y el quirquincho bola andaban en sociedá y habían agarrau el
camino. Se iban en busca di alimento. Yendo por el camino vieron
venir una tropa de carretas. Venían llenas de distintos alimentos.
La de adelante venía con tortas, pan, queso, patay, pasas, tabletas.
Ésa le gustó al mataco. Pensó cómo le daba un golpe, cómo
hacerse de todos esos alimentos. Pero el zorro vio que una carreta di
atrás venía llena de charqui y ésa le gustó a él.
El
mataco se escondió atrás de una mata de paja. Le salió al paso a
la carreta. Cuando le jue a pasar la rueda de la carreta por encima,
hinchó el lomo, y al suelo la carreta. El zorro vio y dijo:
El
zorro es muy vivo pero a veces es perdidoso. Y obró lo mismo que el
mataco. Se puso en la güella y cuando quiso hinchar el lomo ¡listo!,
lo mató no más la rueda de la carreta.
Arturo
Valentín Reina, 52 años. San Francisco del Chañar. Sobremonte.
Córdoba, 1952.
Lugareño
semiculto. Buen narrador.
Cuento
307.
Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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