Lo
quería comer el zorro al peludo. Y el peludo le dijo que venía una
manada de yeguas, al compadre, porque eran compadres. Y le dijo:
-Mire,
compadre, yo tengo poca carne. Yo le voy a matar una yegua. Echemé
aquella manada. Yo tengo un lazo. Le voy a enlazar una para que tenga
carne.
Y
el peludo hizo su cuevita mientras el zorro jue a echar las yeguas. Y
armó el lazo. Y les echó el lazo. Enlazó una potranca y se metió
en la cueva. Y la voltió y la mató. Y áhi comió el zorro hasta
que se hartó.
Y
después, el peludo le dijo al zorro que le tocaba a él. Y el zorro
cré que él es capaz de hacer mejor que los demás las cosas. Y el
peludo l'echó otra manada. Y el zorro hizo la cueva y armó el lazo.
Enlazó una yegua y se metió en la cueva. Y el lazo se le jue a las
verijas y lo sacó volando y lo mató, la yegua. No jue capaz de
hacer verija porque la cueva del zorro es derecha, y no sirve para
hacer pie, mientras que la del peludo es con güeltas y se puede
afirmar el enlazador.
Enrique
Ignacio Nordenston, 67 años. Neuquén, 1954.
El
narrador, ganadero, es persona culta.
Cuento
286. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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