146. Cuento popular castellano
Era un pollo que escarbando,
escarbando, en un muladar, encontró un papelito que decía: «El rey me da un
real». Y dice el pollito:
-Me voy a Madrid, que el rey me da un
real, y le voy a cobrar. Conque fue derecho a Madrid. Y andando por el camino
encontró a un lobo.
-¿Ande vas, pollo, que te voy a comer?
-le dice el lobo.
-Voy a Madrid -contesta el pollo-.
Escarbando, escarbando, en un muladar, encontré un papelito que dice que el rey
me da un real, y le voy a cobrar. ¡Métete en la mi tripa, que a la vuelta me
comerás!
Y se metió el lobo en la tripa del
pollo.
Andando, andando, se encontró a una
raposa.
-¿Ande vas, pollo, que te voy a comer?
-le dijo la raposa.
-Voy a Madrid -contesta el pollo-.
Escarbando, escarbando, en un muladar encontré un papelito que dice que el rey
me da un real, y le voy a cobrar. ¡Métete en la mi tripa, que a la vuelta me
comerás!
Y se metió la raposa en la tripa del
pollito.
Fue más alante y se encontró a la mar,
y le dijo la mar:
-¿Ande vas, pollo, que te voy a
ahogar?
Voy a Madrid -contesta el pollo.
Escarbando, escarbando, en un muladar, encontré un papelito que dice que el rey
me da u nreal y le voy a cobrar. ¡Métete en la mi tripa, que a la vuelta me ahogarás!
Y se metió la mar en la tripa del
pollito, y el pollo se puso un tapón al culo.
Conque allegó a las puertas del rey y
a todos los guardias les dijo que quería hablar con su majestad. Se lo dijon al
rey, y éste dijo:
-¡Hombre, hombre, no hagáis caso de
él!
El pollo anduvo por allí ocho días, y
no hicieron caso de él. Y le volvieron a decir al rey:
-Su Real Majestad, el pollo está allí,
y no le podemos echar. Y dijo el rey:
-¡Llevaile, llevaile a la cuadra!
¡Cogeile y le lleváis a la cuadra entre los caballos, y veréis qué pronto le
han de matar!
Cogieron el pollo y le metieron en la
cuadra de los caballos. Y el pollo soltó al lobo, y éste mató a todos los
caballos.
A la mañana siguiente le dijon los
criados al rey:
-¡Oy, si viera ustez lo que ha hecho
el pollo! ¡Nos ha matao todos los caballos!
Y dijo el rey entonces:
-Pues llevaile ahora a la cuadra de
las aves. ¡Veréis cómo a picotazos le han de matar!
Metieron el polla en la cuadra de las
aves, y fue el pollo y soltó la raposa, y ésta mató todas las aves.
Y entonces los criados le dicen al
rey:
-¡Si usted supiera lo que ha hecho el
pollo! ¡Nos ha matao todas las aves!
Y entonces dijo el rey:
-Ahora le vamos a sentenciar a muerte;
le vamos a quemar. ¡Que traigan cien carros de leña y hagan ahí enfrente del
palacio una hoguera para quemarle!
Conque fueron y trajeron la leña y
hicieron la hoguera delante del palacio, la prendieron por cuatro costaos y
puson el pollo en medio. Y cuando estaba encendida toda la leña, fue el pollo y
quitó el tapón del culo y empezó a echar agua. Y el agua llegó a todas las
casas de Madrid. Y ya llegaba a los balcones del palacio, y el rey decía:
-¡Pollo, no me ahogues! ¡Pollo, no me
ahogues!
Subió el rey a la chimenea, y ya
llegaba el agua a la chimenea.
Y volvió a gritar el rey:
-¡Pollo, no me ahogues! ¡Para de echar
agua, que te doy lo que quieras! ¡Te daré la mitaz del reinao!
Pero más agua echaba el pollo hasta
que el rey, para que parase de echar agua, le dijo:
-¡Pollo, no me ahogues, que te doy
todo lo que quieras! ¡Te doy la otra mitaz del reinao!
Y por fin le dio el rey todo el
reinao, y se quedó el rey sin nada. Y venía el pollo para su casa loco de
contento, y venía cantando:
-¡Quiquiriquí, que he ganao!
¡Quiquiriquí, un reinao! Y por el camino venía tirando monedas de oro.
Cervera
del Rio Pisuerga, Palencia. Narrador
XXXI, 24 de mayo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario