147. Cuento popular castellano
Éste era un pollito que escarbando,
escarbando, se encontró una bolsita de dinero y dice:
-¿A quién se la llevaré yo? ¿A quién
se la llevaré yo? Pues, ¡se la llevaré al rey!
Y iba andando, andando, y se encontró
a un arriero.
-¿Ande vas, pollito? -le dice el
arriero.
-Pues, voy a llevar esta bolsita de
dinero al rey.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No, no, que te cansarás -le contesta
el pollito.
-No me canso, pollito, no me canso. Y
andando, andando, andando, ya le dice el arriero:
-Pollito, que me canso.
-,¡Métete en mi medio culito!
Conque iba andando, andando, andando,
y se encontró garduño:
-¿Ande vas, pollito? -le dice el
garduño.
-Pues, a llevar esta bolsita de dinero
al rey.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No, no, que te cansarás.
-No me canso, pollito, no me canso.
Conque iban andando, andando y ya le
dice el garduño:
-Pollito, que me canso.
-¡Métete en mi medio culito!
Conque iba andando, andando, y se
encontró un río. Y al pasar el río se le tragó.
Y andando, andando, se encontró a un
toro:
-Pollito, ¿ánde vas? -le dice el toro.
-Pues, a llevar esta bolsita de dinero
al rey.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No, no, que te cansarás.
-No me canso, pollito, no me canso.
Conque iban andando, andando, y ya le
dice el torito:
-Pollito, que me canso.
-¡Pues métete en mi medio culito!
Conque ya andando, andando muy lejos,
llegó el pollito a
Madrid, a palacio, y le dicen los
centinelas:
-¿Ande vas, pollito?
-A llevar esta bolsita de dinero al
rey.
-¡Aguárdate, aguárdate! Subemos
recado.
Conque le subieron. Como era un
pollito con dinero, y todos quieren dinero, pues, ¡qué pollito más guapo, qué
pollito más bonito! ¡Qué vamos a hacer de este pollito!
-Llevarle al granero y que coma trigo
y beba agua. Por la noche dice el pollito:
-¡Sal, arriero! ¡Sal, arriero!
Sale el arriero y se lleva todo el
trigo.
Por la mañana van a ver al pollito y
ven que todo el trigo ha desaparecido.
-¡Oh, qué pollito más malo! ¡Llevarle
al gallinero!
Y le llevan al gallinero con las
gallinas. Por la noche dice el pollito:
-¡Sal, garduño! ¡Sal, garduño!
Sale el garduño y mató todas las
gallinas. (No las come, ¿sabe?; les chupa toda la sangre y mueren.)
Van por la mañana y encuentran que
todas las gallinas están muertas.
-¿Qué vamos a hacer con este pollito?
¡Dios mío!
-¡Que enciendan el horno y le metan a
la hoguera! ye meten a la hoguera, y entonces dice el pollito:
-¡Sal, agua! ¡Sal, agua!
Y salió el agua, y apagó toda la
lumbre. Y entonces, asustados, dicen:
-¿Qué vamos a hacer de este pollito?
-¡Llevarle a la plaza, que le peguen
cuatro tiros!
Le llevan a la plaza, y se ponen los
guardias con las escopetas. Van a tirarle el tiro, y dice el pollito:
-¡Sal, toro! ¡Sal, toro!
-¡Sal, toro! ¡Sal, toro!
Sale el toro y deja barrida toda la
plaza. Y pega un salto el pollito y se fue a su pueblo.
Sepúlveda,
Segovia. Narrador
XII, 24 de marzo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
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