92. Cuento popular castellano
Era un rey que tenía una hija. Y fue
el demonio, vestido de marqués, y la preguntó si se quería casar con él. La
princesa dijo que sí. Tenía ella una palomita que hablaba, y dijo:
-Hija, tú que piensas casarte con un
marqués, no te cases, que el diablo es.
-¿Qué dices, palomita mía?
-Tú que piensas casarte con un
marqués, no te cases, que el diablo es.
Y dice ella:
-Es porque no te llevo. Sí te llevo.
Llegó el día que se tenían que casar.
Fue el diablo con unos autos, uno para su padre y otro para ellos. Y el
demonio iba corriendo, y parecía que la llevaba por el aire.
Y le decía ella:
-¿Por dónde me llevas?
Y decía el diablo que su región era
ésa. La metió con coche y
todo por donde era la casa del diablo.
La puso en una habitación
alta -y abajo, la caldera, en otra
habitación. Y la dice el diablo:
-Hija, tú que pensabas casarte con un
marqués, el diablo es. Y decía ella:
=¡Ay, palomita, bien decías tú que era
el diablo! Y dijo a la palomita:
-Vete corriendo a llamar a mi padre.
Y llegó el padre. Y traía una muñeca
muy grande, y la pusieron donde estaba ella. Y se marcharon. Y ya fue el
diablo y dio un golpe muy fuerte con una garia, y se hundió la habitación, y
cayó la muñeca en la caldera. Y él creyó que era la mujer que él había dejado.
Y daba vueltas a la caldera para que se abrasase. Y ya la pinchó con la garia y
la sacó. Y viendo que no era la mujer, cogió un trineo y se marchó corriendo a
la casa del rey, que le daría la hija; que si no se la daba, le mataba. Y fue
él rey y cogió un cuchillo y mató al diablo.
Roa,
Burgos. Narrador
X, 14 de julio, 1936
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario