3. Cuento popular castellano
Iba una vez un sardinero vendiendo
sardinas por un camino con su burro y sus canastas de sardinas. Y en el camino
se encontró con una zorra que había hecho la muerta. El sardinero la dio una
patada y, creyendo que estaba muerta, la echó a la carga.
La zorra, cuando se vio entre las
sardinas, empezó a tirarlas de las canastas. Y ya de que tiró las suficientes,
pegó un salto del burro al suelo. Empezó a coger las sardinas, coger las sardinas,
hasta que las cogió todas. Y se subió a un alto a comérselas. Cuando las estaba
comiendo, llegó un lobo y la dijo:
-Zorrita, dame una sardinita. -Vete tú
a pescarlas como yo he ido -dijo la zorra. -Enséñame e iremos a ver -dijo el
lobo.
Entonces la zorra cogió una cesta, se
la ató al rabo del lobo y se fueron los dos al río. Cuando llegaron allí, la
zorra llenó la cesta de piedras y tiró al lobo al río. Y la zorra le decía:
-¡Apenca, apenca, que sale pesca!
Y el lobo tiraba que tiraba, hasta que
se le partió el rabo. La zorra echó a correr para que no la pillara el lobo y,
cuando corría, vio que venía en busca de ella el sardinero. Tuvo que correr al
monte y esconderse para que no la buscaran.
Peñaranda
de Duero, Burgos. Narrador
XXXIX, 16 de julio, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
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