43. Cuento popular castellano
Estaba un león en el rigor de la
calentura, y llegó un oso a visitarle. Y le dijo:
-No te apures por nada, que con los
dos no hay quien pueda. Y le dijo el león:
-Hay uno solo que puede con nosotros y
algunos más.
-Pues dime quién es -dijo el oso-, que
me voy en busca de él en este momento.
Y el león le dijo:
-No salgas, que vas a salir perdiendo.
-Pues, ¿quién es?
-El hombre -contestó el león.
-Pues, yo daré con él -dijo el oso.
Se puso en camino y se encontró con un
pequeño, que estaba guardando unas cabras en una selva. Y le dijo:
-¿Quién eres?
Y le contestó:
-Soy una pobre criatura que estoy a la
mira de estas cabras para ganar el sustento de mi pobre madre anciana. Y le
dijo el oso:
-No eres tú el que yo busco.
Más adelante encontró a un anciano,
que estaba a la mira de unas pocas vacas lecheras. Y también le preguntó que
quién era. Y le contestó:
-Soy un pobre anciano que vengo a la
mira de este ganado para ganar de comer.
-Tampoco eres tú el que yo busco -le
dijo el oso.
Siguiendo más adelante, se encontró
con un cazador, al que le preguntó de la misma manera, que quién era. Y le
contestó:
-Soy el hombre.
A lo que el oso dijo:
-Pues es el que vengo yo buscando.
Y al decirle eso al cazador, le dijo
éste:
-Verás la contestación que te voy a
dar.
Se tiró la escopeta a la cara, y el
oso, al ver ese movimiento, tomó la escapada. Pero el cazador no anduvo con
detenciones..., más que dispararle un tiro y clavarle todos los plomos en las
nalgas.
El oso arreó a todo meter donde había
dejao a su compañero el león, y le dijo:
-Ahora veo que eres más diestro que
yo. Me dijiste que no fuera en busca del hombre, que iba a salir mal. Me he
encontrado con uno que me ha dicho ser hombre, con unas narices bastante
largas. Me ha tirao una mocada, y ¡mira como me ha puesto el culo!
Aldeonsancho,
Segovia. Narrador
II, 22 de abril, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
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