51. Cuento popular castellano
Vivían juntos, durante el verano, un
alcotán y un pecu. Habitaban cerca de la sierra, y cuando venía el invierno,
la vida se les hacía imposible. El pecu, con más astucia que el alcotán, a mediados
de invierno salía a invernar en tierras cálidas. El alcotán, en cambio, se
quedaba en su mísera vivienda, y como le era hasta difícil encontrar alimento
por la abundancia de nieves, vivía con penas hasta la primavera.
A primeros de mayo, cuando ya era más
agradable el clima, y más abundante el sustento, regresaba el pecu, no cesando
de cantar:
-Pecu, pecu.
Ansioso de ver al pobrecito alcotán
para que le contara qué tal había pasado el invierno, le encontraba al pobre
aterido de frío y encogido.
El pecu, satisfecho de su regreso, y
como se encontraba fuerte, invitó al alcotán a una lucha para probarse las
fuerzas. El pobre alcotán, tímido y aterido, no quería; pero el pecu le
insistió tanto que por fin tuvo que acceder. Sostuvieron una lucha encarnizada,
y cuando el pecu se vio vencido, y desplumado, se zafó como pudo de las garras
del alcotán. Y cuando el alcotán le llamaba:
-¡Ven, espera!
Le contestaba el pecu:
-¡Anda de ahí, poco-vales,
poco-puedes, que con las uñas me sujetas, y con el pico me muerdes!
Riaza,
Segovia. Narrador
XL, 30 de marzo, 1936.
Fuente: Aurelio M. Espinosa, hijo
058. anonimo (castilla y leon)
No hay comentarios:
Publicar un comentario