Al amanecer,
un monje mendicante dejó el monasterio para ir a mendigar su alimento. Iba
tranquilamente caminando cuando vio que un terrateniente golpeaba cruelmente a
uno de sus sirvientes. El monje, lleno de compasión corrió hasta el
terrateniente e intercedió por el que estaba siendo tan severamente castigado.
El terrateniente la emprendió entonces con el pacífico monje y le propinó tal
paliza que lo dejó medio muerto. Un par de horas después, otros monjes del
monasterio lo hallaron en tan lamentable estado y lo condujeron prestos a su
celda en el monasterio. Uno de los monjes le estuvo curando las heridas con
mucho cariño. Cuando el herido se reanimó, le dio leche y le preguntó:
-Hermano, ¿me
conoces?
-Claro que te
conozco, hermano -dijo con un hilo de voz el herido.
Aquel que me
golpeó, me está ahora cuidando y alimentando con leche.
*El Maestro
dice: Así es el carácter de unidad para
un iluminado.
004. anonimo (india)
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