Se trataba de dos sadhus[i]
errantes. Uno de ellos se sentó a meditar y el otro sacó su cuchillo para abrir
un coco. De repente vino un mono y se llevó el cuchillo. El sadhu al que le
habían robado el cuchillo, corrió hasta el sadhu que estaba en meditación y lo
sacó de tal éstado y, con visible agitación explicó:
-Amigo, ha venido un mono
y me ha robado el cuchillo.
-Si ha sido un mono, me
quitas un peso de encima -suspiró aliviado el sadhu-. Lo verdaderamente
preocupante es que te lo hubiera robado un hombre.
El Maestro dice: Si no hay tranformación, el ser humano
seguirá siendo el animal más peligroso de la Tierra.
Fuente: Ramiro Calle
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