Por un
sinuoso camino y a gran velocidad, un hombre borracho conducía su carro. De
repente, perdió el control del carro, se salió del trayecto y se precipitó
contra una charca pestilente. Varias personas, al ver el accidente, corrieron
al lugar y ayudaron a incorporarse al conductor.
No podía
ocultar su borrachera y, entonces, uno de sus auxilia-dores le dijo:
-Pero, ¿es
que no ha leído usted el célebre tratado de Naraín Gupta extendiéndose sobre
los efectos perjudiciales del alcohol?
Y el ebrio
conductor, sin dejar de hipar, tartamudeó:
-Yo soy
Naraín Gupta.
*El Maestro
dice: Así procede el falso gurú.
004. anonimo (india)
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