En un pueblo
de la India
había un hábil ladrón que robaba en todas las casas y jamás podía ser
sorprendido.
Era un
verdadero experto. La gente de la localidad, desmoraliza-da, se reunió con el
alcalde y le pidió que nombrase un policía, ya que no había ninguno en el
pueblo y así el ladrón lograba actuar a su aire y sin ningún riesgo. El
alcalde, comprendiendo el desánimo de las gentes del lugar, entregó un bando
solicitando personas que se presentaran al puesto de policía. Solamente se
presentó un candidato. Se trataba del ladrón y fue elegido policía.
*El Maestro
dice: Así como nunca el policía detendrá
al ladrón que es él mismo, jamás el ego capturará al ego, siendo necesario
recurrir al testigo que está más allá del ego y el pensamiento.
004. anonimo (india)
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