Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

sábado, 1 de noviembre de 2014

El gallo, el pato y el gato .619

Salieron a rodar tierra un gallo, un pato y un gato. Y toman los campos y encontraron una vivienda sola. Y se posesionaron allí. Pero esa vivienda había sido de dos tigres y un burro. Ya vienen los dueños. En eso que ven que hay gente en la vivienda de ellos, no llegaron, estuvieron en parlamento.
-¿Qué será? ¿Qué gente será?
Dispusieron los tigres que juese el burro por tener los pasos más lentos. Di allá la otra gente ya los estaba vichando también. Entonces se prepararon. Dispusieron que el gato se iba a poner encima de la puerta con el oujeto, cuando entrara, l'iba abrochar los ojos con las uñas. Y así lo hizo. Entonce el gallo se subió encima del lomo del burro y le comenzó a dar con las espuelas. El pato que no tenía defensa ninguna, andaba asustado, los ijaridos, y decía:
-¡Cuá, cuá! ¡Cuá, cuá!
El gallo lo había espoliau al burro. Le había sacau el lomo listimandoló a chuzazos con las púas desde la cola hasta las orejas. Que era una sola sangre no más lo que lo había lastimau. Después de un largo rato, le aflojó las uñas de los ojos el gato, y el burro se las echó, se las espiantó. Llegó ande estaban los tigres y los pasó no más, con el dolor que llevaba. Entonce los tigres lu alcanzaron deseosos de saber qué gente era la que había en la posesión de ellos. Bueno... Entonce les dice el burro:
-¡Es una gente malísima! Cuando yo quise entrar, en ese momento, un joven me cosió los ojos, que parece un zapatero, sí, pues. Luego otro joven que parece ser domador, se subió en mi lomo y me comenzó a dar con las espuelas. Y si no es por un joven petizo que andaba ahí, que le decía: ¡Basta! ¡Basta!, me matan.
Los tigres no quisieron saber nada de la casa y se mandaron a cambiar y no volvieron más.

Ramón Tapia Ponce, 71 años. Rivadavia. Mendoza, 1951.

Trabaja en los viñedos de la región. Buen narrador. Variante del cuento tradicional.

Cuento 619. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini

0.015.1 anonimo (argentina) - 048

No hay comentarios:

Publicar un comentario