Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

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sábado, 1 de noviembre de 2014

El conejo y el hombrecito de cera .670

El caso di un conejo qui hacía daño en un rastrojo. El conejo es siempre dañino. Entraba a comer el trigo, a sacar las papitas, en fin, lo que había en el rastrojo. Molestaba mucho. Picaba las plantitas y comía todo. Y el dueño del rastrojo venía y encontraba hecho el daño y ha resuelto poner una trampita. Le hizo una trampita, un hombre-cito de cera, en la puertita por donde entraba el conejo. Entonce en la noche llegó el conejo y al hombrecito le dice:
-Permiso, amiguito, para pasar para adentro.
El hombrecito no le ha contestado.
-Permiso, mi amiguito.
Así, repetidas veces ha insistido en entrar. El hombrecito no le contestaba. Entonces él se nojó diciendo:
-No permita que le pegue porque no me contesta, porque yo tengo necesidá de pasar. No permita que le pegue. Entonce que no le contestó éste, le pegó una patada. La patita se quedó pegada. Después así ha seguido y otra vez, otra patada, y se quedó pegado. Y ya le dio un sopapo. También se le quedó pegada la manito. Con la otra manito le pegó y también se quedó pegado. Y después le decía que le va a dar un chirlo con la cola, con su colita. También su colita se quedó pegada. Entonce él ha querido morderle. Le ha mordido y se quedó peor pegado.
Al otro día viene el hombre, le encuentra en la trampa, vivo. Le saca y le ata para matarle, y le dice:
-Dañino, ahora vas a morir.
Y le dejó atado para volver y matarle.
Él quedó atadito, hasta que venga el hombre.
Ante que venga el hombre, pasó por ahí un zorro y le preguntó:
-¿Che, por qué 'tás atado?
-Pero, el dueño de este rastrojo quiere que me case con su hija, y yo no me quiero casar. Ésa es la razón que me tiene atado.
-Chey... yo me voy a casar... Yo te dehato y dejame atado a mí.
-¡Bueno!
Así hicieron. El zorro deható al conejo y el conejo le dejó atado al zorro, ahí, en su lugar y se fue el conejo haciendolé la burla.
El zorro quedó atado. Cuando volvió el hombre quien lo ató, le dice:
-Por qué 'tás atado vos -le preguntó al zorro.
Y el zorro le dice:
-El conejo me dejó acá porque dice que usté le quiere hacer casar con su hija y él no quiere. Yo me voy a casar, señor.
-¡Tomá, casar! -y le dio unos chirlos.
Y él con el miedo pegó unos tirones, cortó la piola y se fue el zorro. Se fue enojado el zorro a buscarlo al conejo porque si había hecho la burla de él. Se fue a buscarlo, y en tanto buscarlo le encontró al conejo. Cuando el conejo lo ha visto al zorro, dice que si ha agarrado él di una peña. 'Taba agarrado di una peña. Ante que el zorro hable a él, él le ganó de mano. Le dice:
-Che, hermanito, viene la quemazón, por allá. Se van a quemar mis hijos que 'tán acá adentro. Ahí tengo la casa. 'Tán mi señora, mis hijos. Haceme el bien de tenermeló vos a la peña, yo voy a traer un palo para poner de puntal.
El zorro olvidó todo y le quiso ayudar. Él se quedó a agarrar la peña. Y se fue el otro haciendosé más la burla. No había teniu hijos, ni nada. Él se cansó de tener la peña. Al último, no venía el conejo, él largó la peña y salió disparando... Y de verle que era mentira, el zorro se va a buscarle. Se va a buscarle y lo encontró. Y enojado el zorro le ha dicho si por qué li ha hecho esta mala partida, que qué le tiene engañando, burlandosé de él.
-¡Ahora te voy a comer!
-Bueno, si me querés comer, a mí me vas a comer bien cocinado en un horno, no me comás así crudo. Yo te pido qué me comás así. Yo te voy a decir cómo me vas a cocinar.
Y acepta el zorro. Entonce le dice:
-Vamos a cavar un agujero grande y me enterrás ahí y encima ponés la leña que arda. Cuando termine la leña ésa de arder, cuando ya esté en brasas, es seña que yo ya me 'toy empezando a cocer. Y volvés a poner leña. Cuando termine de arder eso, entonce es seña que ya estoy en medio cocinarme. Y volvés a poner leña y echás un pedazo de sal al fuego, y ande termine de arder esa leña, y va a reventar toda esa sal, es seña que 'toy terminado de cocer. Ya 'toy cocinado, entonce tenís que empezar a comerme guatiado.
Así lu hizo el zorro. Y él destapa ansioso para comerlo. Nu había nada. Él si había ido cavando un aujero.
Se fue el zorro otra vez en busca del conejo y lo encontró más enojado.
Al verlo el conejo al zorro, ante de encontrarse, se metió en una laguna, a una islita. Llegó el zorro y le dice:
-¡Ahora te voy a comer!
-Bien, tenés que tomar toda esa agua para sacarme. El zorro, a fin de sacarlo de la islita, empezó a tomar l'agua. El zorro siempre tiene miedo del agua y por eso no entraba a la laguna. Pero tomaba y tomaba y se ha llenau di agua, y no se terminaba. Él estaba lleno, hinchado. Salió a caminar un poquito, s'hincó con un palo en la pancita y se murió. Y áhi se murió.

Josefa Lamas de Mamaní, 63 años. Abra Pampa. Jujuy, 1968.

En este cuento aparecen motivos de otros cuentos.

Cuento 670. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini

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