Que
era un burro que tenía que aventar, no sé bien si un trigo o una
alfa.
-¿Y
cómo voy a hacer? -decía el burro.
Pensó,
entonce, de hacerse el muerto pa que vinieran los pájaros a comerlo.
Y
así jue. Se tiró muerto, sobre lo que tenía que aventar. En
seguida no más empezaron a revolotiar los pájaros. Y en seguida no
más se bajó uno de los jotes. Y ya le vido el ocote al burro,
lustroso de gordo. Y claro, como era una parte blandita, jue y lo
picó di áhi. Y áhi no más lo agarró el burro, frunció el ocote
y lo agarró de la cabeza. El jote medio augau empezó a aletiar y el
burro empezó a galopiar por toda l'era, di un lau pal otro. Y empezó
a aventar su semilla. Y así, hasta que terminó todo. Y di áhi lo
largó al jote. Y de entonce el jote ha quedau pelau pa todo el
viaje. Y el burro acabó su trabajo.
Santos
Gil, 72 años.
Buena
Esperanza. Gobernador Vicente Dupuy. San Luis, 1951.
Cuento
734 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 048
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