El
espejo del cofre
Anonimo
(china)
Cuento
A la vuelta de un viaje
de negocios, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que hasta entonces
nunca había visto, ni sabía lo que era. Pero precisamente esa ignorancia lo
hizo sentir atracción hacia ese espejo, pues creyó
reconocer en él la cara de su padre. Maravillado lo compró y, sin decir nada a
su mujer, lo guardó en un cofre que tenían en el desván de la casa. De tanto en tanto,
cuando se sentía triste y solitario, iba a "ver a su padre".
Pero su esposa lo
encontraba muy afectado cada vez que lo veía volver del desván, así que un día
se dedicó a espiarlo y comprobó que había algo en el cofre y que se quedaba
mucho tiempo mirando dentro de él.
Cuando el marido se fue a
trabajar, la mujer abrió el cofre y vio en él a una mujer cuyos rasgos le resultaban familiares pero no lograba
saber de quién se trataba. De ahí surgió una gran pelea matrimonial, pues la
esposa decía que dentro del cofre había una mujer, y el marido aseguraba que
estaba su padre.
En ese momento pasó por
allá un monje muy venerado por la comunidad, y al verlos discutir quiso
ayudarlos a poner paz en su hogar. Los esposos le explicaron el dilema y lo
invitaron a subir al desván y mirar dentro del cofre. Así lo hizo el monje y,
ante la sorpresa del matrimonio, les aseguró que en el fondo del cofre quien
realmente reposaba era un monje zen.
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