Dos amigos y una bailarina
Anonimo
(india)
Cuento
Eran dos amigos
inseparables. Juntos, un día, conocieron a una bellísima bailarina. Era una
mujer amable y fascinante. Ambos amigos la amaban y estaban encantados con
ella. Pasaron unas semanas, y uno de los amigos le dijo al otro:
-Me ha empezado a
atormentar la idea de que un día podamos quedarnos sin ella.
-Antes o después, todos
nos quedamos sin todo -repuso con ecuanimidad el otro amigo.
Transcurrieron los meses.
Los amigos mantenían una relación muy satisfactoria con la hermosa y afable
bailarina. Pero llegó un día en que les comunicó que debía partir a otro país,
para seguir bailando para otras gentes. Y así fue. La bailarina se despidió de
los dos hombres y partió. Entonces, uno de los amigos dijo:
-¿Te das cuenta? Estaba
atormentado porque un día la perdiésemos y así ha sido. Ahora estoy verdaderamente
desolado. No podré vivir sin ella. ¿Y tú, cómo te sientes?
El amigo ecuánime repuso:
-Maravillosamente; muy
sereno.
-¿Cómo es posible? Acabas
de perder una mujer maravillosa.
-Razona conmigo. Antes de
que ella apareciera en mi vida, yo me sentía bien. Ella fue como un regalo del
destino. Vino y la disfruté intensamente. Mientras estuvo aquí, ni un sólo
instante dejé de sentirla en lo profundo de mí. Ella ha partido y yo vuelvo a
estar como estaba antes de que ella viniera. Vuelvo a sentirme bien. Bien
estaba antes de que viniera, bien estaba mientras ella se hallaba aquí, bien
estoy ahora que ha partido. Si estoy bien conmigo mismo, ¿podría ser de otro
modo? El destino la trajo; el destino se la llevó.
El Maestro dice: todo lo adquirido, puede perderse. A todo
encuentro debe seguir la separación. Sólo lo que hayas cultivado en tu mundo
interior te pertenece.
Fuente: Ramiro Calle
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