El
gallo y la cucaracha vivían en la misma casa. El gallo trabajaba
dura-mente, iba a la finca, traía comida, la cocinaba y la compartía
con la cucaracha.
Ésta
no hacía nada porque, según decía, se encontraba enferma. Pero, en
realidad, cada vez que el gallo se iba a la finca sacaba una guitarra
de debajo de la cama y empezaba a cantar:
He
mentido al gallo:
le
he dicho que estoy enferma
y
enferma no estoy.
Algunas
veces el gallo insistía en que le ayudara. Pero ella se negaba en
redondo: su estado de salud no se lo permitía, pese a su buena
disposición.
Hasta
que un día el gallo, que no acaba de creerse tanta comedia, se quedó
escondido junto a la ventana de la casa. Cuando oyó lo que cantaba
la mala amiga se enfadó tanto que entró de repente en la casa y se
la comió.
Y
ahí terminó la amistad entre el gallo y la cucaracha.
0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 050
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