Cuentan
los hombres de Vidjil1
que en el pueblo de Awal vivía un matrimonio muy viejo con un hijo
llamado Saukus.
El
viejo fue instruyendo a Saukus en el arte y los secretos de la pesca,
que había de ser su quehacer y su sustento. Y, al llegar el momento
en que ya estaba preparado, le aconsejó: «Cuando salgas, regresa
siempre con lo primero que hayas pescado; que no se te ocurra nunca
pescar por segunda vez».
El
muchacho prometió que así lo haría. Y a la mañana siguiente salió
solo por primera vez. Regresó por la tarde con un pescadito; y,
siguiendo la costumbre annobonesa, aunque se trataba de un pescado
muy pequeño fue muy alabado por todos.
A
partir de entonces el chico salía a la pesca cada día. Y, siguiendo
el consejo de su anciano padre, regresaba siempre con lo primero que
había pescado.
Hasta
que un día, lleno de curiosidad, intentó pescar por segunda vez.
Capturó un pez mucho mayor que el primero; y, animado por aquel
éxito, continuó pescando. A cada oportunidad pescaba piezas más y
más grandes. Tenía el cayuco casi lleno de pescado, pero él
continuaba trabajando sin reparar en que se le estaba agotando el
cebo y debía regresar a casa.
Cuando
por fin se le terminó, cortó un pedazo de uno de los pescados para
utilizarlo como nuevo cebo. Ahora pescaba piezas cada vez más
pequeñas, y él seguía cortando y cortando pedazos de las piezas
que había pescado anteriormente. Hasta que, por fin, en el cayuco no
había más que un montón de espinas.
Regresó
a su casa cabizbajo, y tuvo que soportar con resignación la regañina
de su padre por no haber seguido su consejo. Desde aquel día, cuando
uno regresa con mala pesca se suele decir: «Ha tenido un día de
pesca como Saukus de Awal».
0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 050
1
Nombre
de un campamento que se utiliza esporádicamente cuando se sale a
pescar y hay que quedarse en el lugar durante algún tiempo.
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