En
una aldea vivían tan pocos habitantes que todo lo hacían
conjunta-mente. Excepto un chico que actuaba siempre aparte de los
demás: tenía su escopeta y con ella iba al bosque solo a cazar
pajaritos.
Un
día vio a un pájaro tan bonito que pensó en atraparlo vivo.
Intentó cazarlo con la resina de los árboles; pero el pájaro no
cayó en la trampa y se fue alejando más y más, perseguido por el
muchacho, hasta llegar a un campo lleno de flores.
Entonces
el pájaro desapareció entre las flores y en su lugar apareció una
bella muchacha que le dijo: «Lo que has visto no era en realidad un
pájaro, sino mi espíritu. He tenido que vivir durante mucho tiempo
en este campo y busco a alguien que quiera compartir mi soledad. Si
accedes a casarte conmigo tendrás el poder de convocar a todos los
pájaros del bosque. Con una sola condición: que jamás mates a uno
de ellos».
El
muchacho aceptó la propuesta de la chica y le comentó que quería
regresar al pueblo para contarlo todo a sus padres. A partir de
entonces ya no salió más al bosque solo, sino que lo hacía en
compañía de los demás para no tener que cumplir su palabra. Y la
hermosa joven, al comprobar que la había engañado, murió de
tristeza y de añoranza.
0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 050
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