En
el pueblo de Mabana vivía un pescador muy avaro: cuando regresaba de
la pesca solía costarle mucho arrastrar su cayuco hasta la orilla
para dejarlo resguardado del oleaje; pero no pedía ayuda a nadie,
porque en la isla de Annobón existe la costumbre de dar algo de
pescado a cualquiera que ayude a otro en alguna tarea.
El
hombre se iba haciendo viejo y cada vez era más dificil realizar
aquella tarea sin ayuda. Así que pensó una solución: cortó el
tronco de un árbol delgado y lo utilizó como rodillo para arrastrar
al cayuco.
Aunque
fruto de la avaricia, aquella solución era ingeniosa. Y desde
entonces se viene utilizando en Annobón con el nombre de javalu.
0.111.1 anonimo (guinea ecuatorial) - 050
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