Que había una señora muy pobre que
salía a trabajar todos los días y traía algo para los hijos. Que traía todo lo
que conseguía de comida en una tipa. La tipa la ponía siempre en la cabeza y se
dirigía a su casa. Siempre iba por el mismo camino y pasaba cercos y todo.
Entonce, un día, el quirquincho, de
pícaro, si ha hecho el muerto a ver si lu alzaba la señora y lo ponía en la
tipa para aprovecharse de lo que había en la tipa. Entonce la señora lo vio al
quirquincho y lo levantó y como es tan rico para comerlo, se lo ha puesto en la
tipa.
Y se lo ha puesto en la tipa y
después ha seguido el camino. Y el quirquincho se comió todo el maíz tostado. Y
por ahí ha aprovechado el momento de pasar un cerco y ha saltado de la tipa. La
señora no se ha dado cuenta.
Cuando la señora llega a la casa ha
bajado la tipa, contenta, que tenía el quirquincho y que tenía el maíz tostado,
y no tenía ni el quirquincho ni nada, y la tipa vacía.
El quirquincho li había contau al
zorro cómo hacía para comer. Y bueno, el zorro ha querido hacer lo mismo. Al
otro día, cuando la señora ha ido a pasar de nuevo con la tipa, también con
maíz tostado que llevaba para la casa, el zorro si ha tirau como muerto en el
camino. Entonce lo ve la señora y ha dicho:
-¡Ya vas a ver, pícaro! Vos querís
hacer como el quirquincho.
Juana Rueda, 52 años. Fuerte
Quemado. Santa María. Catamarca, 1968.
Campesina, Pertenece a las familias
más antiguas del lugar. Ha cursado todos los grados de la escuela primaria.
Cuento 10. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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