Esto sucedió en el tiempo que los animales
hablaban. Había una gran escasez. El zorro con toda maña se había hecho
compadre del
gallo. Entonces un día vino y lo invitó al gallo a que salieran a rodar tierras
y a buscar comida.
El zorro lo convenció al
gallo. Entonces prepararon las cosas y salieron. Anduvieron un buen trecho. Como el gallo se
alimentaba de pastitos, de semillas, y bichitos, siempre encontraba algo para
comer. Pero el zorro, como
se alimentaba de carne, no encontraba nada. Entonce, ya muy hambriento el
zorro, le dice al gallo:
El zorro se creyó, quiso
abrir la boca pa gritar y el gallo se escapó y se voló a un árbol. Se dio
cuenta el zorro y le empezó a decir que era una broma, que cómo lo iba a comer
si eran compadres. Tanto le dijo que al fin el gallo se bajó.
Siguieron andando. Al otro día, el zorro
cada vez con más hambre, se decide a comerlo al compadre. Y entonce le dice:
-Mire,
mire compadre lo que viene áhi cerquita. Pueden ser animales para carniar. Espere, voy a ver.
Entonce el zorro le dice
al gallo que se suba a divisar. Y ya el gallo se había subido a un árbol y
empieza a decir:
Y seguía contando el
gallo, pero como
el zorro le rogaba que por su vida le dijera quién venía, al fin le dijo:
-Dispare para aquel lado
-le dice el gallo y le señalaba para el lado que venían los perros. Y áhi
cerquita no más se encontró de golpe con los perros que venían corriendo y lo
agarraron entre todos. Y así lo mataron y se salvó el pobre gallo que creyó que
el zorro era compadre verdadero.
Y entré por un camino y salí por
otro
para que otro cuente otro.
Ruth Gil Torres.
Pellegrini. Toay. La Pampa ,
1964.
La narradora es maestra
de escuela. Aprendió el cuento del padre, Salvador Gil, nativo de La Pampa , gran narrador, que
murió en 1959 a los 85 años.
Cuento 49. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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