Una vez el zorro cazó el gallo y lo llevaba.
Unos hombres lo vieron y le empezaron a gritar que lo largue. El gallo le dijo
que les diga qué les importa. El zorro quiso decir y el gallo se voló.
El gallo 'taba alojado
en un árbol. El zorro lo sentía cantar al gallo, y como ardiloso
que es el zorro, dijo:
-Yo lo voy a comer al
gallo esta noche, ya sé en el árbol que 'ta. Yo me voy a ir despacito pa
joderlo.
El árbol 'taba caido
contra la laguna, que había una laguna de agua, áhi. Y a la luz de la luna se
vía el árbol y el gallo en el agua, en la laguna donde espejeaba el agua. Y
llegó el zorro y lo vio al gallo en el árbol, tan cerquita, y dijo que lo iba a
cazar fácilmente. Y el gallo se dio cuenta que el zorro lo 'taba por cazar en
el agua, y dejó de cantar, se quedó calladito. Y entonce el zorro entusiasmado,
atropella. Y se hunde en lo más hondo de la laguna, donde espejea el agua. Y
entonce dice, mientra se 'taba augando:
Fernando Beccaria, 50
años. El Alamito. Neuquén, 1960.
Peón de campo. Buen
narrador.
Cuento 50. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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