Que había un lión que era muy
cazador y que tenía a un zorro de sobrino. Que lo tenía con él en su casa. El
lión era casado, tenía la liona.
Un día que el lión anda escaso de
carne, que lo manda a Juan -porque se llaman Juan los zorros- a ver si podía
conseguir presa. Y dice que le dice:
Lo mandó a la laguna otra vez. Para
eso ya si hacía casi de noche. El zorro 'taba cansau de tantos viajes. Lo mandó
otra vez a ver qué laya de hacienda bajaba a la laguna ¡qué cosa, qué tío tenía
el pobre Juan!
Volvió a las casas y le dice muy
contento:
Güeno, Juan echó las vacas y el
lión saltó sobre una vaquillona gorda, la descogotó y áhi carniaron. El lión de
vez en cuando comía un pedazo de lo mejor y al zorro no li hacía parte de nada.
-Tomá esta carne y llevá a las
casas, a la tía liona. Decile que la vaya asando que ya voy a ir yo a comer,
cuando termine de carniar. Y vos venite en seguida pa que me sigás ayudando.
Entonce el zorro, que 'taba muy
enojado con el tío y no sabía cómo vengarse, llegó a las casas y le dijo a la
tía:
-Acá tiene, tía, la carne que le
manda el tío lión. Dice que la ase, que la comamos y que me acueste yo con
usté.
Se han acostau y han estado
alegando, cuando áhi no más sienten unos rugidos y era el lión que venía enojau
y que ya dentraba por la puerta. Y el zorro que casi si ha muerto de susto, y
ha saltau por la ventana. No tenía otro remedio. Y se jue corriendo más ligero
que el viento.
-Pero si yo lo 'toy esperando di
hace rato y este pícaro ¿por qué si ha quedau? ¿Qué hacía aquí? A ver, ¿qué
'taba haciendo?
Y tanto le exigió a la liona que le
tuvo que contar todo. Que le dijo que él mandó a decir que asara la carne y que
se acostara con ella. Y que ella no había querido, y que al fin, cuando le oyó
los bramidos si había disparau por la ventana.
Y dice que el lión 'taba muy enojau
y si acostó a dormir esa noche diciendo que ya se la iba a pagar.
Dice que después de andar un buen
rato, el lión lo encontró al zorro durmiendo en un pajonal. Entonce el lión se
allegó despacio. Agarró un palito y le pasaba despacito por el lau de una
oreja. El zorro medio dormido empezó a decir:
Y le volvía a pasar el palito por
el lau de la otra oreja. Y el zorro volvía a decir dandosé unos manotones:
-Pero, qué manera de embromar,
estas moscas de porquería... Sobre que anoche mi ha dejado dormir el tío lión
con la tía liona...
Y en eso que si ha dau un manotón,
abrió los ojos y lo vio al tío... Se llevó un tremendo susto y se disparó. Y el
lión lo siguió di atrás. Pero el zorro es tan astuto que se escapaba por todos
lados hasta que encontró una cueva y se ganó adentro. Y áhi 'taba el lión
pasiando en la puerta 'e la cueva por si salía el zorro. Y en eso pasa un
chimango
y lo llama el lión:
-¿Vos no sabés que Juan me ha hecho
una gran picardía y ahora se me disparó y se me ganó acá, en esta cueva? Vení.
Vos me lo vas a cuidar. Y no te vas a mover porque te voy a matar a vos.
Yo voy a buscar un poco de pasto
seco pa hacerle humo en la puerta de la cueva, pa que salga -le dice y jue a
buscar pasto.
Entonce dice que el zorro, cuando
oyó que le iban a hacer humo en la puerta, no le gustó nada porque sabía que lo
iban a augar, y él tenía que salir a la fuerza, y lo iban a cazar. Entonce lo
comenzó a hablar al chimango.
Y el zorro se venía cerquita y le
volvía a decir al chimango que jugaran. Entonce el chimango que 'taba aburrido,
le dice:
Y empezaron a jugar así. Y en una
güelta que el chimango abrió los ojos, el zorro le echó un puñado de tierra en
los ojos, lo dejó ciego, y salió corriendo. Se jue disparando sin mirar para
atrás.
El chimango, como pudo, se limpió
los ojos. Con las patas se escarbaba, pa disimular ante el lión, porque lo iba
a matar si se daba cuenta cómo si había dejau embromar.
Entonce vino el lión con el pasto
seco y le preguntó si no había salido Juan. El chimango le dijo que no.
-Güeno -dice el lión, ahora va a
morir -y se puso a hacer humo en la puerta de la cueva, quemando el pasto.
El zorro, como es tan astuto, se
jue a una peluquería y se hizo afeitar bien afeitado. Y entonce agarró y se
vino ande 'taba el lión haciendo humo. Claro que el zorro parecía otro animal,
un animal desconocido y el lión no lo podía conocer. Y entonce llega y le dice:
'Toy haciendolé humo a Juan, que
anoche me ha hecho una gran picardía y ahora lo quiero sacar de acá.
-¡Pero, tío lión, pero si hace
tanto tiempo que 'ta haciendo juego!, cómo cré que puede 'tar vivo con tanto
humo el pobre Juan. Dejeló, ya 'tará muerto desde hace mucho tiempo.
La narradora, nativa del lugar, oyó
desde niña este cuento a campesinos y personas del pueblo y también de otros
lugares de La Pampa. Los
viejos lo contaban referido al tigre y al zorro. En realidad sólo hay cambio de
personaje. Todos los motivos son los del cuento tradicional argentino del zorro
y el tigre.
Cuento 206. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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