Alguien dijo: "Los cuentos nos ayudan a enfrentarnos al mundo"

Era se una vez...

8-2-2015 a las 21:47:50 10.000 relatos y 10.000 recetas

10.001 relatos en tiocarlosproducciones

10.001 recetas en mundi-recetasdelabelasilvia

Translate

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El zorro y el leon .131

Dice que una vez el león se había ido a cazar. Entonce el zorro se agarraba y se iba a dormir con la leona.
Ya cuando era la hora que volvía el león el zorro se iba al campo. Y que si había puesto a dormir por áhi. Y que dice el zorro:
-¡Ah! Qué lindo que 'toy durmiendo con mi tía! Claro, soñaba.
Entonce dice que había llegado el león de cazar y le había oído. Y que se había enojado mucho. Y que agarra y que al zorro dormido, había entrado una espinita en la nariz. Entonce que dice:
-¡Ay! ¡Que me molestan los mosquitos!
Y áhi que li ha vuelto a entrar l' espina.
Y áhi que si había dispertado. Y áhi que si había despertado y si había disparado el zorro. Y lo había seguido corretiando el león. Y que lo había agarrau y lu había pillau y lu había comido. Lo ha tragado. Y di áhi que adentro que 'taba vivo el zorro. Y que el zorro había teníu una cortapluma y que la había sacado y que le raspaba así las costillas del león, de adentro. Y que le dice:
-Quedate queto, Juan -que le dice el león.
Que le dice:
-No, si me 'tán mordiendo los piojos -que dice.
Al rato otra vez.
-Quedate queto, Juan.
-No -dice, si le estoy marcando por donde lo vía marcar a usté porque mi ha comido.
Que le dice:
-Quedate queto Juan.
Que lu había agarrau con la cortapluma, había partíu por la mitá al león. Y desque lu había agarrau, lu había cueriau, li había comido la carne, y del cuero había hecho lazo, zapato, montura, freno, de todo había hecho. Y había ido, si había ido a cazar y ha pillado un guanaco y ha subido.
Y es que le dice al guanaco:
-¡Dejame poner el freno, tiíto!
-Bueno.
-¡Dejame poner los pellones, tiíto! -que le dice.
-Bueno -es que le dice.
-¡Dejame cinchar!, tiíto.
-Bueno.
-¡Dejame que suba la montura, tiíto!
-Bueno -que le dice.
-¡Dejame subir, tiíto!
Que había subíu y que si había ido por medio del pueblo. Ya por medio del pueblo que le dice:
-¡Dejame galopiar, tiíto!
-Bueno -que dice.
-¡Me gusta! ¡Me gusta! ¡Me gusta! -que decía lo que iba galopiando.
Y había agarrau y habían salíu unos perros, y lo habían barajau de los zapatos, que los tenía muy largos, lu habían barajau de los zapatos, y lu habían voltiau y lu habían comíu. Y el guanaco si había disparau.

Elsa Elvira Castro, 11 años. Plaza de San Pedro. Fiambalá. Tino-gasta. Catamarca, 1970.

Niña con vocación de narradora. Aprendió el cuento de la madre.

Cuento 131. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini

0.015.1 anonimo (argentina) - 030 

No hay comentarios:

Publicar un comentario