Había un árbol en el medio del
campo. Un árbol solo. Y en el árbol 'taba un gallo. En ese momento venía un
zorro a comerlo.
-Hermano mío -le dice el zorro,
baja
tu cuello a mis brazos, que te recibiré con mucho cariño. Hay un decreto del
gobierno que dice que todos somos hermanos y que ya no hay enemigos. Baja a mis
brazos, aquí tengo el decreto, ya lo verás.
-Bueno, hermano -le dice el zorro,
espera un momento. Ya voy a volver -y salió disparando de miedo a los perros. Y
con la mentira se salvó el gallo.
cantando alegre en esta historia.
Siempre trabaja el astuto engañador,
pero a él también lo engaña otro menor.
Arturo Aguilera, 76 años.
Uspallata. Las Heras. Mendoza, 1959.
Campesino semiculto.
Cuento 56. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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