Diz
que un hombre 'taba arando. Qui había veníu el tigre. Que li había
dicho al arador que le diera un güey para comerlo.
Entón
dice que había salíu un zorro al bordito y di áhi dice que fingía
la voz gruesa de un hombre tigrero. Y le había preguntau al arador
si no había visto al tigre, que lu andaba buscando pa matarlo.
-Entón
dale con el ojo'i l'hacha -que dice el zorro.
Y
despué que lo mató recién si había largau el zorro, si había
hecho ver que era zorro, y no tigrero.
El
hombre li ha dicho que no. Y si ha créido el zorro. Tan
dehagradecido el hombre, de allá viene con el costal que traía los
perros, engañandoló al zorro. Y di áhi que li había largau los
perros y lu habían agarrau. Y entón el zorro que dice:
Y
entón el zorro si ha podíu librá de los perros y se había entráu
en la cueva. Los perros lu han corríu y si han quedau áhi,
esperando que salga.
-Estas
patitas tan ligeras mi han salvau. Esta cola sucia que no sirve para
nada, se la voy a dar a los perros. Diz que el zorro ha hecho ademán
de tirarla.
Si
ha descuidau el zorro y ha llegau muy cerca de la puerta de la cueva
y lu han agarrau los perros y lu han muerto. Y áhi ha terminau.
Teófila
Hortensia Armeya de Vargas, 64 años. San Pedro de Colalao. Trancas.
Tucumán, 1957.
La
narradora es mujer del pueblo, de este pueblito serrano. Muy buena
narradora.
Cuento
367. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 030
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