El
suri y el sapo hicieron una parada de correr una carrera.
Corrieron
una carrera, y el sapo, a cada tranco del suri, puso un sapo en la
cancha, escondido en el pasto, y él se puso ande terminaba la
carrera, en la raya.
Entonce
salen. El suri iba meta espuela y espuela, y el sapo adelante. Y el
sapo lo llevaba embromau, no más, claro. Cada tranco del suri,
saltaba un sapo, cada tranco del suri saltaba un sapo, hasta que
llegaron.
Ramona
Villafañe de Coronel, 86 años. Catamarca, 1968.
Cuento
481. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 030
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