Sucedió
durante la Dinastía Qing
que un comerciante fue atracado y asesinado. El gobernador ordenó a los
funcionarios encontrar al asesino en diez días. Sin embargo, transcurrió la
mitad del tiempo sin que hubieran encontrado ni siquiera a un sospechoso. Con
el correr del tiempo se sentían cada vez más nerviosos. Desesperados, fueron a
buscar a un policía retirado que tenía fama de ser muy perspicaz. El viejo
accedió a probar suerte y se puso a trabajar junto a ellos.
En el
primer día no encontraron ninguna pista. Al término de la segunda jornada se
sentaron agotados en una casa de té a la orilla de un canal. El viejo policía
buscó un asiento en la ventana y mientras tomaba el té verde, observaba todos
los barcos que pasaban bajo su ventana. Sus ojos, rasgados y de párpados
caídos, vigilaban el tráfico fluvial. Cuando se acercó un barco pequeño, algo
le llamó la atención. Observó durante un minuto la diminuta barca con una
mirada de lince y, de repente, dijo a los demás funcionarios:
-¡Vamos,
aprisa! Allí está el asesino. Detened ese barco pequeño. No le dejéis escapar.
Los
funcionarios corrieron apresuradamente para detener al barquero, quien durante
el interrogatorio confesó el crimen de haber asesinado al comerciante para
robarle el dinero.
Así
concluyó felizmente el dificil caso. Admirados por la perspicacia del viejo
policía, los funcionatíos se reunieron para preguntarle cómo pudo identificar
al asesino. Con una amplia sonrisa en la cara, les dijo:
-Cuando
se acercó el barco, noté que en la cubierta había un manto recién lavado lleno
de moscas. Como sabéis, las moscas siempre buscan el olor a sangre. Aunque con
el lavado se pueden quitar las manchas, el olor no desapare fácilmente. Si el
manto no se hubiera manchado de sangre, no sería posible atraer a tantas
moscas. Además, observé que el manto fue lavado con el forro puesto, lo que
suponía que tuvieron mucha prisa en hacerlo. En tercer lugar, me di cuenta que
el forro era de brocado, que sólo pueden usar los ricos. Un pobre barquero no
podría permitirse tal lujo. Relacionando estos puntos con el asesinato y el
barco, deduje que el barquero podía ser el asesino.
Los
demás se miraron entre sí, asombrados de la perspicacia del policía.
005. anonimo (china)
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