De
espaldas a sí mismo
Anónimo
(india)
(india)
Cuento
Un aspirante espiritual
se preguntaba por qué el ser humano no buscaba su maestro interior si realmente,
como declaraban todos los maestros, la respuesta está dentro de uno mismo.
Esta duda lo atormentaba. Decidió acudir a visitar a un anciano eremita que
había entregado su vida a la búsqueda interna y que por todos era considerado
un sabio. Le expuso sus dudas y el eremita le pidió que se sentara a su lado.
Tras una pausa, contó una significativa historia:
«Érase una vez un ciervo
almizclero. Es propio de los ciervos almizcleros exhalar un penetrante perfume
que brota de sus órganos internos y que se esparce muchos metros a su
alrededor. Cuando el ciervo se hizo adulto, comenzó a oler el embelesante
aroma. ¿De dónde provenía aquel sugerente olor? Comenzó a buscarlo, pero no
podía hallar de dónde surgía. Era un olor dulce, envolvente, que cada día le
despertaba mayor anhelo de querer saber de dónde surgía. Durante años buscó el
origen del perfume, ignorante por completo de que exhalaba de sí mismo. Envejeció
y murió. Todavía mientras agonizaba, el ciervo se preguntaba de dónde surgía
ese maravilloso perfume y se lamentaba por no haber encontrado su origen.»
El eremita hizo una nueva
pausa. El silencio de la tarde era perfecto. Es aspirante espiritual sentía la
contagiosa paz que envolvía al anciano. De repente el hombre preguntó:
-¿Has comprendido,
querido mío.
-Sí, susurró el aspirante
espiritual.
El Maestro dice: gastas tu valiosa existencia queriendo hallar
fuera de ti lo que se halla en ti mismo. En el origen de ti mismo, en la fuente
de la mente, olerás el perfume eterno del Ser.
Fuente: Ramiro Calle
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