136. Cuento popular castellano
Era un matrimonio que no tenía hijos,
y la mujer fue ande una hechicera y le preguntó qué haría pa tener un hijo. Y
la hechicera le dio una semilla de cebada y le dijo que la plantara en un
tiesto.
La mujer plantó la semilla en un
tiesto, y salió una flor, y en medio de la flor estaba sentada una niña muy
hermosa y del tamaño de una almendra. Y su madre le puso por nombre Almendrita.
Y después, una noche cuando estaba
durmiendo, se la robó un sapo y se la llevó a su cueva pa casarla con su hijo.
Y cuando ya estaban preparando las habitaciones pa casarla con el hijo del
sapo, la dejaron unos momentos en una hoja de morera. Y cuando estaba en la
hoja de la morera al lao del río, vinieron los peces y cortaron el tallo y se
la llevaron en la hoja, arrastrada por la corriente del río.
Y al pasar cerca de la orilla del río,
Almendrita se salió a tierra y ai se encontró con un escarabajo. Y el
escarabajo, como la vio tan bonita, se la llevó a su casa pa casarse con ella.
Pero cuando llegó a su casa, las escarabajas le dijeron que era un tonto, que
no se casara con ella, que él debía casarse con una escarabaja. Y entonces el
escarabajo la llevó ande la había encontrao.
Y de ai la niña se fue caminando y
llegó ande vivía una ratita silvestre. Y la ratita le dijo:
-¿De ónde vienes, niña?
Y la niña le contestó:
-Un sapo me robó de mi casa y me llevó
a su cueva pa casarme con su hijo; pero me robaron los peces y me llevaron
ande vivía un escarabajo muy feo que también se quería casar conmigo. Pero
cuando me llevó a su casa, las escarabajas le dijeron que no se casara conmigo,
y me llevó ande me encontró. Y de ai me vine caminando por aquí hasta
encontrarme con usté.
-No te apures, que juntas viviremos
-le dijo la ratita.
-Sí, sí -le dijo Almendrita-, que así
estaremos mejor acompañadas.
Y allí vivían juntas y muy amigas la
ratita y Almendrita. Y tenían de vecino a un topo que quería casarse con
Almendrita. Pero Almendrita no quiso casarse con él, porque le gustaba mucho el
sol, y el topo no podía ver al sol.
Y en la cueva del topo estaba una
golondrina, que parecía que estaba muerta. Y un día cuando Almendrita estaba en
la cueva del topo, la golondrina revivió, porque ya era verano. Y le dijo a Almendrita:
-¿Te quieres ir conmigo a otro paraje
mejor?
Y Almendrita le contestó:
-¿Sí, sí! Me iré contigo.
-Pues, súbete en mí -le dijo la
golondrina.
Y se subió Almendrita en las espaldas
de la golondrina, y fueron a un paraje ande había muchas flores y muchos
pájaros. Y los pájaros eran los reyes de las flores. Y todas las flores tenían
su rey y su reina.
Pero había una flor que sólo tenía rey
y no tenía reina. Y el rey de esta flor escogió para reina a Almendrita y se
casó con ella. Y el rey de los pájaros le puso a Almendrita alas pa que volara.
Y quedó Almendrita de reina.
Soria,
Soria.
Fuente:
Aurelio M. Espinosa, hijo
058. Anónimo (castilla y leon)
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