Una
vez, el zorro lo quiere comer al avestruz. Y le dijo, que con las
botas de potro iba a correr más. Y le dijo al avestruz que él se
las iba a dar, que él tenía unas recién hechas.
Y
el avestruz creyó. Se puso sus botas 'e cuero fresco, pero una vez
que las botas se secaron claro, ¿no?, quedó el avestruz como
engrillado, ¿no? Entonce se aprovechó el zorro y lo comió.
Amílcar
Aniceto Zapata, 79 años. Estancia Rincón del Vizcaíno. Don
Cristóbal. Nogoyá. Entre Ríos, 1970.
Ganadero.
Muy buen narrador.
Cuento
341. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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