Una
vez se declararon la guerra el tigre con el champi. El tigre reunió
sus tropas que eran los animales de uña y diente, como el zorro, el
puma, lobo, león, gato montés. Y el champi reunió todos los
animales de flecha, como bumbunes, avispas, guanqueros.
El
champi acuarteló su gente dentro del hueco de cañas donde se sentía
un solo zumbido y el tigre reunió sus tropas a campo raso.
El
tigre creía una fija ganar esta guerra. Nunca podía pensar que
animales tan pequeños pudieran vencer a ellos que eran fuertes y
poderosos.
Como
era necesario saber con qué número contaba el champi, el tigre lo
manda al zorro por más diablo, con esa misión. El zorro llegó al
campamento del champi y le pide que le largue siquiera unos diez para
hacerle ver quien era él. El champi le hizo una largadita de unos
pocos. Unos se le prendieron de los ojos, otros del hocico y otros
del sieso. El zorro grita y huye hasta meterse en un pozo con agua
que había en las proximidades.
Luego
vuelve a su campamento y le informa al tigre que el enemigo era
mucho, pero que cada uno de ellos podía batir a más de cien
enemigos. Entonces el tigre ordena marchar sobre el enemigo, pero el
zorro se queda a la cola de las tropas.
Y
ya los enemigos frente a frente, el champi le larga una parte de su
gente, sucediendolés lo mismo que al zorro. Y el zorro les gritaba
desde lejos:
Norberto
Peñaloza, maestro. Tama. Vélez Sársfield. La Rioja, 1948.
El
narrador ha oído el cuento a campesinos de la región con
frecuencia.
Cuento
519. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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