Dice
que era una zorra que andaba hambrienta y nu hallaba qué comer.
Andaba una noche cerca de unas casas con intención de robar algo. En
eso vino a dar abajo di un parral que 'taba cargado di uva. Y en eso
se desató una tormenta tremenda con truenos y refucilos. En uno de
los refucilos miró pa 'rriba la zorra y vio las uvas maduritas y los
racimos grandotes. Áhi pensó que se podía llenar con esa fruta que
a ella le gusta tanto. Y áhi no más dijo:
Y
en cuantito refuciló dio un salto, pero, qué iba alcanzar si los
parrales del campo son muy altos. Y volvía a decir:
Y
dio un salto tremendo, y cayó pa un lado y se dio un golpazo en el
tronco de la parra, en la cabeza. Y ya vio que era inútil llegar
ande 'taban los racimos, y medio aturdida, dijo:
Julián
Aguilera, 65 años. Las Barranquitas. Pringles. San Luis, 1971.
Cuento
353. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
No hay comentarios:
Publicar un comentario