Éste
que era un viejo que estaba arando, cuando de repente se le apareció
un tigre que le dijo:
-No
don tigre, no me coma, tengo mi mujer enferma y mis hijos son muy
chicos y tengo que trabajar con mis bueyes para mantenerlos.
Pero
el tigre no oía sus ruegos, amenazandoló siempre con comerlo. En
eso estaban cuando pasó por allí don Juan Zorro, quien, al oír las
amenazas de su tío tigre, decidió salvar al viejo. Entonces se
esconde atrás de un pichanal muy espeso y con voz ronca y fuerte le
grita al hombre:
-Decile
que no me has visto, si no te como -le dijo el tigre al viejo y se le
echó a los pies haciendosé el muerto.
-¿Cómo
no lo va a ver si por acá hay rastros frescos? Y además, ¿qué es
ese bulto overo que está cerca de usted?
-Decile
que son porotos -dijo el tigre asustado y siempre en la crencia que
era un cazador que quería matarlo.
-Si
son porotos metalós en esa bolsa.
-Esos
porotos hacen mucho bulto, así que con el ojo del hacha, peguelé
hasta que se aplasten un poco.
-Hacé
como que me pegás, pero mucho cuidado con tocarme. El viejo tomó el
hacha y dio con tanta fuerza sobre el tigre que terminó matandoló.
Cuento
378. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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