Que una vez el tigre tenía un
trigal. Y el zorro que era vecino, y que también tenía un trigal. Y que los dos
se llevaban siempre mal. Que el zorro le hacía muchas picardías al tigre.
Peliaban todos los días. Entonce un día, el tigre dice:
Entonce le agarró el hijo al zorro,
era un cachorro, y lo bañó bien con querosén, y una vez que 'taba bien mojao,
le prendió juego. Salió disparando el zorrito para el lao de la casa. Y había
una calle entre los dos trigales. Y el zorrito, en vez de meterse en el trigal
del padre se metió en el trigal del tigre, y a medida que disparaba se prendía
juego el trigal del tigre. Y entonce el tigre salió y le gritaba al zorrito:
Y el zorrito se hacía a la derecha
y no a la izquierda, y así se le quemó todo el trigo del tigre y quedó libre el
del zorro.
Baldomero Terraza, 73 años. Rawson.
Chubut. 1959. Modesto.
Modesto ganadero. Antiguo peón de
campo de la Provincia
de Buenos Aires. Gran narrador.
Cuento 237. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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