Los
doce meses del año organizaron una reunión para decidir quién era
el más importante.
Llegaron
todos al mismo tiempo, excepto Enero.
-No
podemos esperar todo el día, empecemos sin él -propuso Diciembre.
Además, ¿por qué preocuparse? Está claro que soy yo el mes más
importante. Soy el mes de la Navidad y todo el mundo me adora.
-Estás
equivocado -exclamó Agosto. Mi poder es mucho mayor. Mis días son
cálidos y soleados y la gente está contenta porque está de
vacaciones.
-Nada
de eso -protestó Marzo. Yo traigo la primavera. Es en Marzo cuando
brotan los árboles y se abren las flores.
Los
argumentos se sucedieron a lo largo de la jornada. Por último,
Octubre señaló que no podían decidir nada hasta que apareciera
Enero.
-Quizá
deberíamos buscarlo -sugirió Mayo, que era muy dulce y tenía muy
buen carácter.
Y
así fue como los once meses del año salieron a buscar al mes de
Enero, que seguía sin dar señales de vida. Se reunieron horas más
tarde, sin que ninguno hubiera conseguido dar con él. ¿Dónde
estaba Enero? Aquí lo tenéis.
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anonimo cuento - 064
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