Éste
era un zorro que envitó a la cigüeña para un gran banquete al otro
día. Al otro día vino la cigüeña y el zorro pícaro si había
alzáu un montón de garras secas y duras.
Bueno... Cuando vino la cigüeña él trajo las garras a la mesa y
las puso y le dijo:
-¡Sirvasé
doña Cigüeña!
Y
el zorro masticaba y comía las garras muy gustoso y la pobre cigüeña
como no tiene dientes como pa masticá no hacía más que mirar y
probar algunos requechitos que de la boca del zorro caían. Bueno...
Después de haber terminado el banquete la cigüeña se iba ir,
entonce le preguntó el zorro:
-¿Le
gustó, doña Cigüeña? ¿'Taba rica la comida?
-Sí,
sí, dijo la cigüeña -ni aunque d' esto ella ni había comido.
Y
entonce le dijo al zorro:
-Bueno,
don Juan Zorro, usté queda envitado para el domingo en mi casa. Vamo
a hacer un mediodía.
Y
entonce la cigüeña se jue por áhi y se consiguió do botella de
miel. Y entonce llegó el domingo y vino el zorro. Y entonce la
cigüeña lo envitó que juese a la mesa. Y entonce puso la do
botella de miel. Y le decía al zorro:
-¡Sirvasé,
don Juan! ¡Sirvasé!
-Sí,
sí -decía el zorro y miraba no más.
Y
la cigüeña comía muy cómoda. Como tiene pico largo, metía el
pico en la botella y comía. Y el zorro que nu hacía má que lamber
alguna gotas que caían del pico 'e la cigüeña. Y bueno, despué de
terminada la comida, el zorro se despidió de la cigüeña. Y la
cigüeña le preguntó:
-¿Qué
tal le pareció la comida de la fiesta?
-¡Linda!
¡Linda! ¡Todo, todo muy lindo!
Y
anque el zorro no había comido nada.
Y
entonce el zorro se fue de cabeza muy gacha. Vio que la cigüeña era
un desquite que hacía.
Dora
Passarella, 28 años. Villaguay. Entre Ríos, 1957.
Cuento
653. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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