El
león, el tigre, el perro y el chivo se salieron de una cárcel y se
internaron en un monte. Como el león es el rey de la selva, se hizo
capitán de la banda.
El
primer día después de la evasión, dice el león:
-Tigre,
vos tenés que traer la comida para hoy, que debe ser una vaquilla,
porque nosotro todo somo carnívoros, y el que vuelve sin presa va a
ser devorado.
Salió
el tigre. Regresó con un ciervo.
Comenzaron
a comer todos, y el chivo, como no es carnívoro, quedó mirando. Y
le dice el tigre:
-Y
vo, ¿por qué no te arrimá a comer?
-¡Estoy
de mal humor! -le dice el chivo.
Depué
le tocó salir al perro. Volvió con un guazuncho. Como siempre,
siguen el festín, y el chivo, como no es carnívoro, quedó mirando.
Le
dice el tigre:
-Y
vo ¿por qué no te arrimá?
-Yo,
cuando me pongo nervioso no suelo comer -y se paró en las dos patas
y comenzó a afilar los cuernos por un tronco.
Al
otro día dijo el león:
-Si
el chivo sigue enojado me toca a mí en la cacería.
Salió
el león y trajo una vaquilla. Como siempre, siguieron el festín. Y
le invitó al chivo, y el chivo le contestó:
-Ya
le he dicho que ando nervioso y no me moleste -y en eso se retiró y
se internó un poco al monte.
Cuando
quedan solo el león, el tigre y el perro, dijo el león:
-Hasta
hoy no salvamo nosotro de que séamo devorado. Vamo a ver qué trae
el señor nervioso, que le toca a él mañana la cacería.
Al
tocarle el turno al chivo, salió muy de madrugada. Caminó por
dentro el monte y en la costa de un cardal vio un bulto tendido en el
suelo. Se le arrimó con mucho cuidado y vio que era un león que se
encontraba muerto. Después de cerciorarse bien que se encontraba
muerto, le hincó las astas en el cuello. Cuando el león empezó a
desangrarse, él se manchó todo el cuerpo con la sangre.
Y
cuando no regresaba el chivo y era muy tarde, resolvió el león de
ir en compañía del tigre y del perro en busca del chivo. Le
encontró por el ruido que hacía entre los cardos, creyendo que éste
se estaba ocultando. Cuando el chivo vio la presencia de éstos que
lo buscaban, se paró en dos patas y le dijo al león:
-Venga
a comer a éste que de la mañana temprano lo ando persiguiendo y
recién termino de darle muerte.
Con
esto, y el león muerto, se quedaron indecisos el león, el tigre y
el perro, que ya venían a comer al chivo. Entonce el chivo procedió
a topetazos para que se arrimaran a la pieza.
Entonce
le dijo el león a los compañeros:
-Aquí
tenemo que huir, porque mató a mi hermano rey de la selva, y nosotro
que lo teníamo de menos, y lo teníamos de presa segura, no va a
matar también.
Y
éstos huyeron, y se salvó de que lo comieran, el chivo.
Desde
entonce el chivo quedó con su compadrada habitual y usa chiva para
que lo respeten.
Alfredo
Melgarejo, 37 años. San Luis del Palmar. Corrientes, 1959.
El
narrador es oficial de Policía y nativo de la región.
Variante
del cuento tradicional.
Cuento
625. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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