É
gracioso el cuento del mono y el yacaré. El mono le engañó al
yacaré. Como el mono é muy letrao. Al yacaré le gusta mucho la
guaina.
El monito quería bandiar un riacho y él no sabe nadar. Al otro lado
había mucha fruta y él quería comé. Taba en la orilla y vino el
yacaré y él le dice:
-Cómo
te va, chamigo. El otro día una guaina me preguntaron por vó. Dice
que só un mozo muy lindo y muy elegante.
Y
áhi pegó un coletazo el yacaré y le preguntó qué guaina era.
-Yo
quiero ir a la otra banda porque hay una fiesta en la casa de esa
guaina. Yo suelo ir siempre, pero hoy no puedo pasar. Yo te puedo
presentá.
Entonce
el yacaré le ha dicho que él lo puede llevar. Que suba por su lomo,
que él le lleva. El mono le tenía mucho miedo pero con cuidado se
sentó en el lomo del yacaré y el yacaré le pasó.
En
el paso el mono le hablaba siempre de la guaina y el yacaré iba muy
contento, pero cuando llegó al otro lado saltó y se subió a un
árbol y le decía:
-Yacaré
feo, lomo de serrucho, ninguna guaina pregunta por vó. Toda te
tienen miedo y se ríen de vó.
El
yacaré se enfurecía, pero no le podía hacer nada al mono pícaro,
pero se la juró. Y por eso lo yacaré siempre tratan de matá a lo
mono, porque le burló así.
Julia
Aguallo, 33 años.
Riacho
Hê-Hê. Pilcomayo. Formosa, 1968.
Cuento
767 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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anonimo (argentina) - 048
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