El
monito muy letrao quería pasá por un
arroyo que estaba crecido. En eso pasó un yacaré y como él quería
que le lleve en el lomo, le dijo:
-¿Vo
sabé que se acuerda por vo mucho la muchacha?
Entonce
el yacaré se riyó y vino ande 'taba él y le dijo:
-¿Qué
pa queré que te
haga, chamigo?
Entonce
el monito le dijo:
-Si
queré llevame sobre tu lomo a la otra banda del arroyo. Ahí tengo
que ir nicó.
El
yacaré le dijo:
-Subí
catú chamigo
(puedes subir, mi amigo).
Cuando
iban bandeando el arroyo le decía el yacaré:
-¿Qué
ticó dicen por
mí la muchacha?
Y
el mono le decía:
-Dicen
nicó que so muy
lindo. Que tené lindo lo ojo, linda la narí y la boquita muy
chiquita. Que tu lomo parece catú un colchón (que tu lomo parece
casi un colchón).
El
yacaré se ponía contento y cuando acabaron de pasá el arroyo, el
monito saltó en la orilla. Y entonce el yacaré volvió a decile:
-¿Qué
ticó dicen por
mí la muchacha?
Entonce
el monito le dijo:
-Y
que pa van a
decí má, que vo tené el lomo serrucho, ti
tortero, sa botö, yurú guazú... (lomo de
serrucho, nariz de tortero, ojo de botón, boca grande...).
El
yacaré enojado dio un coletazo pero ya no le alcanzó má al monito.
Facundo
Oliveira, 41 años. Itatí. Corrientes, 1950.
El
narrador es bilingüe y su expresión es la típica de la región
norte de Corrientes, en donde aún se habla intensamente el guaraní.
Cuento
764 Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1
anonimo (argentina) - 048
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