Un hombre fue al médico con un tremendo dolor de
barriga. Tanto
sufría que se tiró al suelo se revolcaba gimiendo de dolor y suplicando por una medicina que lo aliviara.
sufría que se tiró al suelo se revolcaba gimiendo de dolor y suplicando por una medicina que lo aliviara.
-¿Qué comió hoy este hombre? -preguntó el médico a sus
acompañantes.
-Pan mohoso -le contestaron. Es tan glotón que no pudo
esperar a que le trajeran el pan fresco.
-¡Rápido! -le gritó el médico a su criados. ¡Tráiganme
enseguida gotas para los ojos!
El enfermo se retorcía agarrándose el vientre con las
dos manos.
-Doctor -dijo enojado. ¿Usted cree que estoy para
bromas? ¡Me duele tanto el estómago que tengo que gritar y usted me quiere dar
un remedio para los ojos!
-No se trata solamente de aliviarte por esta vez -dijo
el médico. Yo quiero curarte del todo. Si no eres capaz de distinguir entre lo
blancoby lo negro, si no estás en condiciones de reconocer un alimento en mal
estado, te volverás a enfermar una y otra vez. ¡Es más importante ocuparse de
tu vista que de tu estómago!
0.004.1 anonimo (india) - 059
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