Que
s'encontró una vez la víbora con el perro. Los dos iban enfermos y
se pusieron a conversar. El perro le dijo que sufría mucho del
estómago. Entonce la víbora le dijo que comiera un pasto que
l'enseñó, y que desde entonce se llama pasto
'e perro.
Y que los perros se curan solos, cuando están enfermos, comiendo el
pasto.
-Bueno
-le dijo el perro, cuando te duela la cabeza, te atravesás muchas
veces por los caminos, hasta que te mejorís.
El
perro aprendió a comer el pasto, y con eso se purga; pero a la
víbora le fue muy mal. El perro le dio el remedio de atravesarse por
los caminos para que así la pudieran matar los hombres, porque el
perro es el animal más fiel a su amo.
Juana
Burgos, 54 años. El Durazno. Pringles. San Luis, 1939.
Cuento
398. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
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