Que
andaban juntos el mataco, el quirquincho, el zorro y el sapo, que
eran compañeros. Que el quirquincho se llamaba Anastasio. Puande
andaban, siempre venían carretas. Se ponían en el medio 'e la
güella y hacían descarrilar una carreta y áhi comían todos. Los
más capaces eran el mataco y don Anastasio. Los demás no valían
nada, ni uno. Se tenían que poner por turno. Y a don Sapo no querían
que dentrara en el turno. Y una vez se encaprichó y dijo que él
tamién iba hacer descarrilar una carreta. Y lu han dejau los otros.
Y va y se para en medio 'e la güella, medio paradito. Y cuando llegó
la carreta, no alcanzó a decir más de:
Venancio
Heredia, 22 años. San Francisco del Monte de Oro. Ayacucho. San
Luis, 1939.
Campesino.
Buen narrador.
Cuento
304. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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