Una
vez el ñandú le invitó a la garrapata a jugar una carrera hasta
onde 'taba un mortero. La garrapata le aceptó por tres cigarros.
El
ñandú, confiado, salió a las gambetas, hasta que llegó al mortero
y se iba a sentar cuando sintió que la garrapata le decía:
Clementina Soto, 42 años. Barranqueras. San Fernando. Chaco, 1950.
Lugareña semiculta.
Cuento
492. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
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