Resultasé
que un león y un sapo hicieran una carrera. El león se reía del
sapo.
El
sapo se convino con otros iguales para que se pusieran escondidos en
el pasto por donde iban a correr. Y él se puso ande iban a llegar.
Como los sapos son todos iguales el león no se daba cuenta.
Largaron
la partida. El león iba despacio, pero cuando vio que siempre
saltaba adelante el sapo, salió corriendo a toda velocidá. Llegó
cansado a la raya y se sentó. Entonce el sapo le dice:
Faustina
Benítez, 44 años. Laguna Blanca. Pilcomayo. Formosa, 1972.
Cuento
491. Fuente: Berta Elena Vidal de Battini
0.015.1 anonimo (argentina) - 033
No hay comentarios:
Publicar un comentario