Esta es la historia de un príncipe que soñaba casarse
un día con la princesa más princesa de todas las princesas. No quería saber
nada con primas lejanas de un rey, cuñadas segundas de un duque ni nada
parecido. Su esposa debía ser la legítima hija de un rey y una reina, que a su
vez fueran hijos de reyes y éstos hijos de reyes, y así durante siglos.
El exigente príncipe recorrió tantos países como pudo,
pero a pesar de que encontró muchas princesas en edad de casarse, ninguna era
lo suficientemente noble para su gusto. Y tras muchos años de búsqueda, se
resignó a volver a su palacio y a morir en soledad.
Pocos días después de su regreso, una noche en que
había una terrible tormenta, apareció a las puertas del palacio una joven muy
bella, empapada de arriba abajo y con harapientas ropas. les contó a los
guardias que era la princesa de un pequeño país cercano, y que estaba siendo
perseguida por su tío, que quería obligarla a casarse con su hijo.
El príncipe le dio refugio, comida y trajes para
vestirse. La princesa era muy delicada, tenía muy buenos modales en la mesa y
una conversación educada e interesante. Pero nunca nadie había oído hablar de
su reino, ni nadie podía asegurar con certeza que su historia fuera cierta.
Decidido a salir de las dudas, el príncipe tuvo una
idea. Mandó a colocar treinta colchones de pluma apilados unos sobre otros, dos
sábanas de seda, cuatro almohadones de plumón, una hermosa colcha de raso y
oro, y escondido bien debajo de todo esto, un pequeño poroto.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, el
príncipe le preguntó a la joven:
-¿Cómo ha dormido esta noche, princesa?
-¡Ha sido terrible! -contestó. ¡No me pude dormir en
toda la noche! ¡Había un bulto en mi cama, estoy llena de moretones y me duele
todo el cuerpo!
El príncipe se enamoró perdidamente de esta respuesta,
y pidió su mano en el acto. La princesa, un poco extrañada, aceptó enseguida,
ya que le había parecido buen mozo desde el primer momento, aquella noche de
tormenta.
Se casaron y fueron muy felices. Colocaron el poroto
en una urna de cristal, y todavía es el tesoro más preciado de ambos reinos.
Cuento popular
Fuente: Azarmedia-Costard
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0.181.1 anonimo (escandinavia)
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